Siendo sólo una niña, Lene Marie Fossen rechazó la progresión lineal del tiempo en su cuerpo. Con apenas 10 años, se resistió a la pubertad, dejando de comer. Enferma de anorexia nerviosa, lucharía contra este sufrimiento durante el resto de su vida, siendo su mejor aliada la Fotografía, que aprendió de manera autodidacta y utilizó para expresar el inmenso dolor que padecía en sus entrañas. 

El mundo entero conoció la obra de esta fotógrafa noruega gracias a la sesión de fotos que se realizó en el hospital de leprosos abandonado de Quíos (Grecia) donde se autorretrató haciendo gala de su maestría en la composición, el color y la luz. «Mis fotografías no tratan sobre la anorexia, sino sobre el sufrimiento humano».

A los 25 años realizó su primera exposición en Noruega (Melke fabrikken – Toten) a la que siguió otra en Grecia el mismo año 2011 (Chios Citrus – Chios). Y tras éstas realizó tres más en su Noruega Natal en 2012, 2016 y 2017 (Galleri Fenka – Levanger, Kaire Gallerii – Tønsberg y Melancholia – Nordic Light – Kristiansund – Norway).